Mi maternidad - ¡ Mis embarazos !

doula embarazo
Tengo dos pequeños. El mayor tiene 6 años y la pequeña tiene 3. Quiero explicar mi maternidad para explicar desde mi experiencia como cada embarazo, cada parto, cada postparto es completamente distinto. Y para reflejar que una mujer, en estas tres fase de la vida, no siempre siente alegría y plenitud, si no mas bien un barullo de emociones.


Mi primer embarazo

Ahora ya tenía tripa, ya eran visibles los cambios y yo me sentía florecer por momentos. Recuerdo el embarazo de mi hijo mayor como el estado puro de energía, me sobraba a raudales.

Estaba guapísima sentía que toda la ropa me quedaba estupenda y cuando salía a la calle era maravillo todo lo que veía y me pasaba. Me sentí muy querida por todo el mundo, solo eche de menos la implicación de mi compañero en el embarazo que aunque estaba muy contento yo no sentía que quisiera hablar del tema, parecía huir y refugiarse en las noticias de lo que sucedía en el mundo.

A mi lo único que me preocupaba era el dolor del parto, no quería ponerme la epidural pero en el fondo no me veía capaz de aguantar un parto sin anestesia.

Era una maravilla sentir los olores como si fueran nuevos, que la gente que no conocía me hablara y preguntara los meses de embarazo, era como descubrir un mundo nuevo.

El hecho de estar mas pendiente de mi para no caerme y para proteger esa panza que no paraba de crecer, el observar esos cambios que se notaban por días y que me parecían fascinantes, me hacía mirarme. Fijar la atención en mi misma ¡Que novedad ¡ Estar pendiente de si me encontraba bien o me encontraba mal.

¡¡ El gran aprendizaje había comenzado ¡!

Esa fue mi primera lección fijarme en mis necesidades.


Mi segundo embarazo

En cuanto supe que estaba embarazada, a la semana salió una tripa que no se donde estaba antes.

Estaba muy feliz porque además era una niña y eso me llenaba mucho, pero no podía imaginar un bebe a mi lado que no tuviese la cara de Olmo. Engorde mucho y me sentí mucho mas pesada que en el primer embarazo.

Ya estaba separada del padre de mis hijos cuando me quede embarazada de mi segunda hija.
Si tengo que buscar una palabra que identifique mi segundo embarazo es soledad. Tuve problemas con mi familia por mi forma de criar a mi hijo mayor, me sentí traicionada por dos de mis mejores amigas y viviendo sola con mi pequeño.

Se derrumbo todo lo que tenía y me veía sola con mi hijo en un mar de emociones.

Por el día disfrutaba del sol, los paseos y juegos con Olmo, de los preparativos del parto y de la consciencia de que me estaba trabajando un buen parto, el parto que yo quería. Pero por la noche, en cuanto Olmo se dormía, cada noche comenzaba a llorar y no podía parar hasta que pasaba un buen rato y a la vez me sentía culpable de no ofrecerle a mi pequeña un embarazo mejor.
Ahora se que eso no era cierto porque había otras amigas que fueron las que me acompañaron en el parto tanto física como emocionalmente y otras personas que han ido llegando.

Ahora tengo el trabajo de volver a confiar en la gente y agradezco a todos ellos ese tiempo de soledad. Fue muy duro pero me ha permitido crecer, madurar y ser una mujer mucho más fuerte que antes.

Me prepare el día del parto con mi matrona Mercedes, en cada sesión hablábamos de mis preocupaciones y salía con tareas para intentar ir resolviendo conflictos.
Leía libros y cualquier información que cayese en mis manos y como quien busca encuentra me cayó un montón.

Me hice tres ecografías y ninguna otra prueba, estaba segura de que mi pequeña estaba de maravilla, estábamos completamente conectadas.

No le conté a casi nadie que iba a parir en casa para evitar preocupaciones y sobre todo presiones que podrían haber hecho que explotara.
Me sentí completamente segura de lo que quería y en esta ocasión a pesar de haber experimentado ya el dolor de las contracciones de mi primer parto, no sentí ningún miedo, ningún momento de duda sobre lo que sería capaz de aguantar. Solo tenía la intriga de saber donde iba a parir, si en mi habitación, en el salón, en el baño…. y de ¡ Cómo sería la carita de mi niña ¡.

Comentarios

  1. ¡Enhorabuena Maria Jesús! Por el blog, por lanzarte al ruedo y contar tus experiencias y ... por supuesto, por vivir cada día con lo que más te apasiona.

    Un beso,
    Susana

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