La dualidad del parto

Antes de empezar quiero dar las gracias a Guru Dass, a mis compañeros de kundalini y a todas las personas con las que he compartido este fin de semana maravilloso. He aprendido y disfrutado mucho de todos vosotros.

A veces veo el mundo como si fuese un gran sin sentido. No puedo ver las noticias ni entender muchas de las cosas que pasan por el mundo y me bloqueo.
Por otro lado a veces siento una conexión tremenda con todo, con la tierra, con la gente, con mis hijos y conmigo misma. Es una fusión maravillosa donde a pesar de lo infinito del universo y de lo pequeña que puedo parecer como ser humano, me siento como parte de ese gran puzzle que no veo pero intuyo.

Esta dualidad en la que me encuentro y me muevo que me hace pasar de lo confortable y alegre a lo indefenso y vulnerable, ahora la entiendo, ahora la tengo asumida y vivo con ella y me ayuda a mejorar y a madurar cuando estoy en la fase difícil de esfuerzo y a disfrutar del trabajo realizado cuando estoy en el lado opuesto.
El dolor y las dificultades no son algo de lo que tengamos que protegernos o huir, nos ayudan.

El dolor de las contracciones en un parto nos acerca a las mujeres a nuestros bebes. El mar que se levanta en nuestro útero con olas que nos elevan y transportan, ese mar es el camino hacia la nueva vida. Dicen que del mar nació la vida y es cierto, todo el universo se confabula se alinea para que un mar se instale en nuestro útero y surja la vida.

Que maravilla pensar que eres el todo y la nada, que eres parte del universo y que el universo esta dentro de ti. El parto el estado puro de perfección. Las contracciones fusionan esa dualidad en la que vivimos, el placer y el dolor. Si nos dejáramos llevar por las olas, si nos permitiéramos bailar con ellas y disfrutar del momento, si entendiésemos el dolor como nuestro aliado…… y si el mundo de la enfermedad no nos hubiese robado la maternidad.